Un clásico en nuestra escuelita son los murales cooperativos.
Cada trimestre realizamos esta actividad en equipo para crear una obra en común en la que cada uno aportamos nuestro granito de arena.
En cada uno de ellos trabajamos el vocabulario, elementos naturales y materiales relacionados con el proyecto, desarrollamos nuestros sentidos y la motricidad fina. Además, hacemos hincapié en muchos factores que se van fijando como puntos importantes en las rutinas diarias de aula: aprender a esperar el turno, tomar nuestras propias decisiones a la hora de elegir un material o un color, respetar los gustos y preferencias de los demás, la atención y la escucha.
Todo ello para culminar en una bonita redonda donde todos los niños aprenden a través de la diversión, las canciones, preguntas que les invitan a prensar, a reflexionar sobre lo que han trabajado, a salir a exponer su trabajo al resto y perder la vergüenza desde edades tempranas.
Este trimestre gira en torno al otoño, sus frutos, sus hojas secas, sus animales y árboles desnudos y este ha sido nuestro bonito mural cooperativo.