Cada uno de nosotros tiene el poder de crear a su alrededor una “casa”, una clase, un mundo en el que reine la armonía, la alegría y la paz. ¡Podemos hacer tantas cosas! Después de toda una semana motivada con este deseo de paz, los alumnos del Colegio salimos con nuestras banderas blancas y pancartas, para celebrar y compartir la paz.
Cooperando hemos comprendido lo necesario que es escucharnos, expresar nuestra opinión con respeto, ser capaces de ceder, tener en cuenta a los demás.
Sabemos que la verdadera fortaleza que nos hace constructores de paz no nos la dan los músculos, que tan de moda están, sino la bondad, la paciencia, y la capacidad de reconocer los conflictos cuando surjan y decidir, con valentía, resolverlos de manera pacífica.
Nos proponemos construir la paz empezando por lo que tenemos más cerca:
– En lugar de “mirar a nuestro ombligo” solo viendo lo que nosotros queremos, miremos a los demás tratando de descubrir lo que ellos pueden necesitar.
– En lugar de ser amables solo con nuestros amigos, que es muy fácil, extendamos la amabilidad, y sonriamos siempre que tengamos oportunidad.
– En lugar de buscar que nos comprendan, y reaccionar con enfado cuando no es así, seamos capaces de dialogar con tranquilidad empatizando con los demás.
Es necesario que trabajemos juntos para conseguirlo, por eso, como MARISTAS, hemos salido de nuestro colegio para proponer un mundo en paz y animar a otras personas a unirse a nosotros. Y tú…, ¿Te animas?