En nuestras sesiones de interioridad vivimos el otoño a través de nuestros sentidos, la música y el movimiento.
Rojas, naranjas, amarillas y marrones, hojas de todos los colores saltan en nuestro paracaídas. Suben y bajan al son de Vivaldi y nosotros nos divertimos. ¡Gracias Señor del Silencio por habernos dejado jugar con tus amigas las hojas!
Después nos relajamos mientras oímos el cuento: «El viento del otoño» que nos sopla alrededor acariciándonos la cara, las manos y las piernas.
¡Viva el otoño, sus hojas, su lluvia y su viento, que nos hacen vivir emocionantes sensaciones!